Adoro viajar...

Y también me gusta escribir, así que junté estas dos actividades que me encantan y decidí ponerlas en línea, no a dieta sino en el ciberespacio. Aquí podrás conocer un poquito de las cosas lindas que hay en mi Perú, y por supuesto a mí. No te vayas sin dejar un comentario en la entrada que te haya gustado o desagradado, no me gustan las críticas pero estoy aprendiendo a aceptarlas, y con gusto aceptaré las tuyas. Ahhh! me olvidaba, también me gusta la fotografía y en su mayoría, las fotos publicadas, han sido tomadas por mí.

viernes, 5 de marzo de 2010

ABRAZO GRATIS "Free Hugs"

Me econtraba en la Plaza Mayor de Lima, buscando los personajes de mi próximo documental. No estaba sola, un grupo de compañeros de estudios me acompañaban. La Plaza Mayor llena de gente, había una celebración, eran más o menos las 5:30 de la tarde, mi hora favorita del día, quedaba aún algo de luz , esos rezagos que dejan un día soleado.

Y entre el tumulto y el barullo destacaban 2 personajes. Ella, mujer de unos 50 años en muy buena forma, vestía unos jeans azul, una camiseta morada y una casaquilla violeta, su cabello era corto y cano, casi blanco, unos hermosos ojos azules y una linda sonrisa. Él, un jóven delgado, cabello largo y castaño, vestía polo y jean desteñidos, no tenía más de 22. Ambos resaltaban entre la multitud, no sólo por su apariencia de extranjeros, pensé que eran turistas. Lo que llamó mi atención fue el letrero que cada uno sotenía entre sus manos y lo alzaban sobre sus cabezas, como queriendo "llamar la atención". ABRAZO GRATIS y debajo en letras más pequeñas free hugs, decía el letrero de cartulina blanca y escrito con plumón por ambas caras.

Yo no entendí el mensaje. ¿abrazos gratis?. unos pasos más allá daban cerveza gratis y a un lado chicha de jora gratis, pero ¿abrazos gratis?. Estos de la municipalidad ya no saben que hacer, pensé.
Del tumulto de gente salió una chica y se abrazó al joven, éste le correspondió. Entonces una señora se le acercó a la de pelo cano, y ésta, mostrando la sonrisa más dulce que he visto la envolvió en sus brazos con un gran abrazo. ¡Ah!. pensé, de eso se trata. ¿Por qué no? a quién no le gusta recibir un abrazo, así es que me lancé. Otra vez ví esa dulce sonrisa, pero esta vez iba dirigida a mí.

Aún envuelta en este abrazo y entre el bullicio le pregunté: "¿Por qué abrazos gratis?", al separarnos me dijo sonriendo: "Por que lo necesito", levantó su cartel a la espera del próximo abrazo.

Si, es verdad, siempre se necesita un abrazo. Continué mirando a esta peculiar pareja, mientras poco a poco se abrían paso con dirección al Jr. de la Unión. Algunas personas se animaban y se lanzaban a los brazos de estos "abrazadores", otros, sólo miraban sorprendidos, deleitados o tal vez preocupados. Y así, en unos minutos, del mismo modo en que aparecieron, desaprecieron entre la muchedumbre.
Un par de horas después, me topé con ellos en la cuadra 4 del Jr. de la Unión. Me quedé observándolos, desde lejos, con una gran sonrisa en los labios, había en mi una sensación de placer y alegría nunca antes sentida. Algunos los abrazaban, otros sólo miraban, pero esta rara sensación interior de alegría que sentía no se iba, sólo aumentaba.